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viernes, 25 de diciembre de 2015

Diciembre de 1914



Uno de los sucesos más curiosos de la Primera Guerra Mundial se dio en los primeros meses, específicamente el 24 de diciembre de 1914.  La frase de “volveremos antes de navidad” era solo una ilusión; los hombres estaban por primera vez en diciembre fuera de casa. En el frente de Ypres, Francia, la séptima división de húsares británicos que defendía Northumberland escuchan movimientos de muchas personas en el frente enemigo. Además, una luz difusa se percibe cada vez que alguien entra o sale de las trincheras alemanas. El centinela Tom Brough piensa  qué redactará en el parte, pero una duda lo asalta: ¿debería avisar el movimiento inusual de hombres en la trinchera enemiga antes de que sea demasiado tarde? Mientras piensa que hacer, varias lucecitas se elevan en la trinchera alemana; no son bengalas porque apenas se alzan un metro encima del suelo. Muchas mas luces se ven, hasta que se divisan árboles de navidad en las filas alemanas; también se escucha la clásica  canción “Noche de paz”.

Así fue como inició un hecho único en la guerra: soldados enemigos confraternizarán las siguientes horas. Se regalarán productos, se mostrarán fotos de novias, esposas, hijos, madres, intercambiarán bebidas, cantarán villancicos y hasta jugarán un partido de futbol. La tierra de nadie es ahora la tierra de todos. Una decisión que se tomó sin el aval de los altos mandos, que disfrutaban de oficinas espaciosas, recámaras cómodas y calientes; esto fue respaldado por los mandos medios, los de bajo rango. Al caer la tarde del 25 de diciembre cada quien regresa a su trinchera.

Pero la noticia corre como reguero de pólvora. En los dos bandos confraternizar con el enemigo es un delito de alta traición. Se confiscarán las fotos de ese momento, aunque muchas de ellas llegarán a la prensa. Se censurarán cartas relatando lo sucedido y se evitará que en futuras ocasiones algo así pudiera suceder.

Este suceso ha sido usado durante muchos años como una muestra de cómo la navidad une a las personas; aquellos enemigos se vuelven amigos de forma milagrosa; ahora sí todos somos hermanos. Sin embargo, estudios recientes han mostrado que más que una toma de conciencia de los soldados ante una guerra que no era lo que esperaban, fue un arrebato de sentimentalismo de ambas partes, sin cambiar realmente nada, exagerando el hecho, ya que después del 25 de diciembre siguió la carnicería por ambos bandos sin mostrar signos de la humanidad que tanto se pregonó horas antes.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Anécdotas Filosóficas


La idea erróneamente extendida de que los filósofos griegos vivían aislados, dista de lo inmersos que estaban en la sociedad de su tiempo, tanto que tuvieron muchos seguidores en los distintos estratos sociales. Ese vivir cotidiano dio lugar a algunas anécdotas curiosas:

Tales de Mileto
En cierta ocasión fue sacado de su casa por una anciana para que le hablara de las estrellas. Éste, por estar mirando al cielo, se cayó en un hoyo y cuando le pidió ayudar a la mujer, ésta contestó muerta de la risa: “¡Ay Tales! ¡Pretendes conocer lo que está en el cielo, cuando ni notas lo que tienes a tus pies?”.

Diógenes
Cierto día pasó por la academia de Platón (quién lo detestaba) y vio como el antiguo discípulo de Sócrates defendía ante sus alumnos que el hombre era un animal bípedo sin plumas. Causándole gracia, Diógenes tomó un gallo, lo desplumó y lo lanzó en medio de la escuela exclamando: “¡Ahí va un hombre Platón!”

En otra ocasión encontró a Platón discutiendo su “mundo de las ideas”. Se le acercó y le dijo: “Pues mira, Platón, que yo veo esta mesa y este vaso; pero no la “meseidad” ni la “vaseidad”.

Un día estaba tumbado en el suelo y casi desnudo tomando el sol cuando se le acercó Alejandro Magno y le dijo: “Pídeme lo que quieras”. Diógenes contestó: “Pues apártate y no me hagas sombra”. Alejandro se marchó y se dijo: “Si no fuera Alejandro, yo quisiera ser Diógenes”.

Demócrito
Preocupados por su supuesta enfermedad mental, ya que se reía constantemente, los conciudadanos de este filósofo, llamaron al afamado médico Hipócrates para examinarlo. Después de hacerlo, Hipócrates declaró: “Demócrito ni delira ni está loco, sino que es el hombre más sensato de nuestro tiempo”.

Aristipo
En cierta ocasión una meretriz le aseguró que estaba embarazada de él. Aristipo le contestó: “Tanto sabes tú eso como con qué espina te has pinchado cuando caminas por un campo lleno de ellas”.


Contrario a su maestro Sócrates, que nunca aceptó dinero por sus enseñanzas, Aristipo se hizo de una gran fortuna enseñando a sus “clientes” cómo usar el dinero. Cuando Sócrates le preguntó de dónde había sacado tanto, respondió: “De donde tú sacaste tan poco”.

lunes, 28 de septiembre de 2015

El barco de Oseberg


El barco de Oseberg es el navío más lujoso hallado. En agosto de 1903 el profesor Gabriel Gustafson de la Universidad de Oslo, recibió la visita del granjero Knut Rom quién le notificó que debajo de un túmulo de su propiedad había lo que parecía ser un barco. Dos días después el arqueólogo se trasladó al lugar e identificó lo que parecía ser una nave funeraria vikinga; sin embargo debido a la cercanía del invierno no pudo comenzar la excavación, así que solo cubrió el túmulo y durante el invierno buscó recursos para su financiación.

Para el verano de 1904 los trabajos comenzaron bajo una enorme expectación. La excavación duro tres meses y sacó a luz un barco profusamente decorado de 21-5 metros de eslora por 6.5 de manga, que contenía una cámara  funeraria con dos restos de mujeres tendidas en camas. El carecer de metales mostraba que había sido profanada aunque contenía objetos de madera, textiles y ofrendas, logrando rescatar cinco camas, cuatro trineos, varias vestimentas, zapatos y peines, así como artículos de navegación, agricultura y cocina.

También se hallaron animales sacrificados, tales como caballos, seis perros y dos vacas. El barco se desarmó y estaba constituido en su totalidad con roble y se dató en inicio de la construcción en 820 y en 834 la cámara funeraria, fecha supuesta de la muerte de las dos mujeres.

Los vikingos no tenían un rito único de enterramiento, todo dependía del lugar que ocupaban en la sociedad los fallecidos; la cremación y la inhumación era lo más común y en ambos casos tanto las cenizas como el cuerpo se colocaban en tumbas personalizadas. Los barcos funerarios son los que más llaman la atención ya que se introducía al fallecido junto con sus ofrendas para después enterrar el barco. Todo parece indicar que el barco de Oseberg fue expresamente construido como tumba, ya que no existen muestras de uso en ninguno de sus remos. Su restauración tardó veintiún años, reconstruyéndose el 90% con el roble original y bajo un procedimiento químico. En 1926 se trasladó con mucho cuidado en un ferrocarril expresamente habilitado para ello, al Museo de Barcos Vikingos, en Oslo.

Durante mucho tiempo se consideró que había sido reconstruido  fielmente. Sin embargo, cuando se realizó una réplica en 1987 y se quiso comprobar su navegación, éste se hundió el mismo día. Después de una exhaustiva investigación, se determinó que la nave original era más ancha tanto en la proa como debajo de la línea de flotación. Hoy en día se está trabajando en una nueva réplica que ya ha sido probada con éxito en un tanque de pruebas.

Sin embargo el mayor misterio del barco radica en sus tripulantes. El origen de las dos mujeres sigue generando dudas a los especialistas, ya que el origen y rol social de ellas son una incógnita.  Según pruebas recientes, la mujer más grande tenía entre setenta y ochenta año y probablemente murió de cáncer. Su compañera tenía aproximadamente cincuenta años y no se sabe de qué murió; pero lo que sí se conoce es que por su estructura ósea haya sido de la región del mar Negro y todo indica que tenía un status social alto. Pero la conexión entre ambas no es clara.

Algunas hipótesis apuntan a que eran familiares, pero el pésimo estado de los huesos de la anciana impiden hacer estudios genéticos. Otra posibilidad apunta a que la más joven era esclava de la anciana y fue sacrificada unto a ésta, práctica común en los vikingos. Algunos sostienen que ambas eran hechiceras o sacerdotisas. Y la más aventurada apunta a que la mayor era Asa, abuela de Harold I, rey de Noruega.


Lo único seguro es que alguna de las dos pertenecía a un rango elevado, ya que los vikingos solían ubicar barcos funerarios cerca de núcleos de poder. 

martes, 25 de agosto de 2015

Duelos



Durante el siglo XVII en Francia se vivió una fiebre por los duelos pese a estar prohibidos. Alejandro Dumas retrata parte de ellos en su novela “Los tres mosqueteros”, pero más allá de la visión romántica que se tiene sobre éstos es interesante saber cómo y por qué se daban. Existían muchos tipos de duelos, uno de ellos era lo que se conocía como encuentro accidental y se efectuaba sin preparación alguna. Sin embargo generalmente se ceñían a una serie de códigos o normas. Uno de ellos era el desafío, esto era cuando se ofendía la honra. El ofendido retaba al ofensor a un duelo de distintas formas, tales como de palabra, con una bofetada, por escrito o carteles.
El lugar de combate era normalmente a las afueras de la ciudad y a resguardo de las autoridades. Por lo regular,  los duelistas combatían en camisa dejando el torso desnudo; se prohibía el uso de armaduras, se podía combatir a pie o a caballo, sin armas de fuego ya que contradecía la valentía propia del duelo. 

La espada era el arma favorita, en especial la “rapière” o espada ropera que pese a ser más mortífera no causaba mutilaciones ni desfiguraba el rostro. En ocasiones se medían las espadas para verificar que tuvieran la misma medida, pero la mayoría de las veces se lanzaban al combate sin más. También se podía usar una daga que se usaba para desviar las estocadas o cortes. Los duelistas podían llevar a un testigo o padrino que no solo observaba el combate sino que también se enfrentaba a su contraparte y si triunfaba primero podía acudir a ayudar al duelista que acompañaba. No todos los combates terminaban en muertes ya que se podía llegar a una reconciliación antes del duelo, también se podía terminar cuando se hería ligeramente al rival, esos se conocían como “a la primera de sangre”. A veces eran farsas para salvar la honra, otras a las dos estocadas se daban por bien servidos y terminaban el combate, pero muchos otros terminaban en la muerte de uno de los contrincantes, conocido éste como “la última de sangre”.

Según un cronista francés, del centenar de duelos que registró, un tercio se resolvió antes del combate, un tercio no fueron mortales y el resto terminó con la muerte de algunos de los duelistas. Algunos historiadores calculan que entre 1589 y 1610 entre cuatro mil y cinco mil duelistas perdieron la vida.


Sin embargo, los retos se prestaban para que duelistas se convirtieran en verdaderos criminales, como un tal caballero D’ Andrieu que a sus 30 años había matado a 72 hombres en duelos, muriendo é ejecutado por la justicia Real. Luis XIV, el rey solo, promulgó edictos que fueron prohibiendo los duelos, decayendo paulatinamente. El ultimo registrado en Francia fue en 1892, donde un capitán judío y un antisemita se enfrentaron, muriendo el primero pero convirtiéndose en un héroe ante la opinión pública.  

lunes, 29 de junio de 2015

Palacio de las Tullerías


Josefina Napoleón tenía la costumbre de sentarse en la misma banca cuando paseaba por los jardines del palacio de las Tullerías. En cierta ocasión se pintaron los asientos y Napoleón ordenó que un soldado se apostara exactamente en el banco que solía escoger Josefina para que no se manchara de pintura fresca. Medio siglo después, Eugenia de Montijo, la esposa del emperador Napoleón III, sobrino de Napoleón, observó que cada día se cambiaba al soldado que resguardaba la banca, todo esto porque no se había derogado la orden desde la época del Gran Corso. Baste decir que un poco después la orden fue derogada por Napoleón III.

miércoles, 24 de junio de 2015

José Bonaparte


José Bonaparte, hermano mayor de Napoleón, nació en 1768 en Córcega. Cuando  la familia se trasladó a Provenza en 1790, José comenzó a realizar misiones para el gobierno republicano. En 1794 se casó con Julia Clary en Marsella, quien le dio dos hijas, Zenaida (1801) y Carlota (1802). Estaba en París como diputado cuando su hermano se proclamó Emperador y al no tener descendencia Napoleón la línea sucesoria recaía en José. Las sesiones de Bayona (1808) es uno de los hechos históricos más vergonzosos  de España donde Carlos IV y su hijo Fernando VII abdican, para conservar su vida, a favor de José Bonaparte. En mayo de 1808 es coronado rey de España, jurando la Constitución en julio de ese mismo año. Durante su gobierno suprimió todo tipo de derechos feudales, las órdenes religiosas y el Consejo de Castilla (centro del poder después del rey), el Santo Oficio, realizó reformas urbanísticas en Madrid y regularizó la deuda pública.


Sin embargo, pese a sus buenas obras y de avanzada para el país, nunca dejó de ser un usurpador para los españoles, quienes lo llamaban peyorativamente “Pepe botella” pese a ser prácticamente abstemio. Cuando la llamada “guerra de independencia” española avanzaba, le obligó a abandonar el trono en 1813.  Después de la abdicación de Napoleón se trasladó a Nueva York con el título de conde Surville, pasando en 1832 a Inglaterra para finalmente recibir del duque de Toscana permiso para radicar en Florencia, donde murió en 1844.

martes, 23 de junio de 2015

Sudoku


El sudoku tiene sus antecedentes en los cuadros mágicos chinos, árabes y los que desarrolló el matemático suizo Leonhard Euler en 1783. Éste ideó tablas para realizar cálculos de probabilidades en las que cada número aparecía una vez por fila y columna, aunque no tenían las nueve casillas que el juego tiene. Como ejercicio lúdico, el sudoku nació en 1979 cuando apareció en revistas de pasatiempos. Sin embargo, fue en Japón donde adquirió su nombre: su (número) y doku (solitario) y su enorme popularidad. 

sábado, 20 de junio de 2015

Pocahontas


Pocahontas nació en 1595 con el nombre de Matoaka, se le apodó Pokahantesú, que significa “se divierte con cualquier cosa”. Hija preferida de Wahunsanocock jefe indio de los Powhatan, tribu asentada en lo que hoy es Virginia Y Maryland y que vivían de los cultivos de maíz y del tabaco, así como de la caza, la pesca y la recolección. En 1607 los Powhatan alteraron su vida con la llegada a la bahía de Chesapeake de los colonos ingleses, quienes fundaron Jamestown.  Esta colonia de inicio sufrió porque la escasez, las epidemias y el hambre (al ser una zona pantanosa) hacían que dependieran de los indios y de los envíos de Londres.

De inicio la relación entre los colonos y los Powhatan era de beneficio mutuo ya que los primeros recibieron terrenos sin derecho a propiedad y como usufructo temporal, y los segundos obtenían hachas, metal y cuchillos. Sin embargo los colonos se incrementaron y exigieron tierras “por derecho de descubrimiento” porque querían zonas al interior.

Cuando los ingleses llegaron Pocahontas tenía 12 años, y su relación con los colonos se conocen por las fuentes inglesas que dicen que visitaba constantemente la colonia, siendo una de esas visitas donde se construyó la leyenda con el capitán John Smith.

Capturado por un jefe menor Powhatan cuando se dirigía a una expedición que buscaba comida, fue conducido a la capital de la tribu y cuando lo iban a ejecutar, Pocahontas se interpuso y según palabras de Smith “se adelantó y puso su cabeza sobre la mía para salvarme”. Es aquí donde entra la leyenda, ya que para muchos estudiosos esta historia proviene de la imaginación de Smith; otros sugieren que el capitán entendió como una ejecución lo que en realidad era un ritual de “adopción” por parte de los Powhatan para convertirlo en vasallo. Ésta última versión tiene lógica ya que a los Powhatan la amistad de Smith les servía para sostener buenas relaciones con la colonia y evitar un conflicto que era poco favorable para ellos debido a que el armamento inglés era más letal. Sin embargo las relaciones se tensaron y después de varios conflictos un tanto menores estalló la guerra en 1611.

Pocahontas fue víctima de este conflicto ya que en 1613 fue capturada a traición por Samuel Argall mientras visitaba una tribu aliada. Fue llevada a Jamestown para ser usada como moneda de cambio por prisioneros ingleses. Su estancia fue bastante buena ya que no solo perfeccionó su inglés, también se convirtió al cristianismo y se bautizó con el nombre de Rebeca, llegándose a casar con John Rolfe el 5 de abril de 1614, hecho que permitió rebajar las tensiones entre los bandos y firmar la paz.

Para 1616 Pocahontas ya era madre de un niño llamado Thomas y viajó junto con su esposo a Inglaterra para ser presentada a la corte y mostrar el éxito de la colonización, ésta que mostraba como una “salvaje” podía convertirse al cristianismo y hasta casarse con un inglés. Durante su estancia se reencontró con Smith, suceso que a muchos ha hecho suponer que hubo un romance entre ambos, cosa muy improbable.

Pocahontas murió en marzo de 1617 víctima posiblemente de viruela, disentería o tuberculosis, cuando preparaban el regreso a Virginia. Su hijo fue educado en Inglaterra y en 1640 regresó a América donde se hizo de una gran fortuna. Su pueblo libró dos guerras más contra los ingleses en 1621-23 y 1644-46 donde prácticamente fueron acabados.

viernes, 19 de junio de 2015

Solón


En el siglo IV a.E.C., un viajero recién llegado de Atenas, sabedor de que Solón preparaba un códice de leyes para el gobierno de la República, le preguntó por su utilidad. “De poco servirá”, respondió Solón. “¿Entonces, para qué tomas el trabajo de redactarlo?”, insistió el viajero. “Para atrapar a los pequeños delincuentes”. Al ver la sorpresa de su interlocutor, Solón explicó: “Las leyes son como las telas de la araña. Las moscas pequeñas se quedan atrapadas en ellas, pero las grandes rompen la red y escapan”.  

viernes, 24 de abril de 2015

Vikingos


Contrario a la imagen popular, los historiadores tienen tiempo creyendo que los vikingos no usaban cuernos en sus cascos. Esa imagen se debe a que durante el siglo XVIII fueron representados en pinturas con cascos alados. La creencia se popularizó cuando el compositor Richard Wagner compuso la ópera “El anillo de nibelungo” donde se representa a los vikingos con cuernos en los cascos. Sin embargo, en la realidad era muy difícil y arriesgado que los llevaran en los cascos ya que durante el combate podían salir disparados a cualquier parte y clavarse en cualquiera. Hoy se cree que los vikingos enterraban a sus muertos con cascos y cuernos, pero estos eran para beber en el más allá.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Primera Guerra Mundial


“El oficial inglés entrega al herido (alemán) manchado con su propia sangre, saluda mudamente y va alejándose, convencido de que apenas le queda vida para volver a los suyos. Un capitán alemán lo abraza (y) en un arranque de admiración se quita la Cruz de Hierro que lleva en su pecho y la coloca en el del inglés. (…) Cuando el oficial vuelve a su trinchera (…) cae en los brazos de sus soldados. Los jefes le dieron una segunda cruz, la Victoria Cross, que únicamente se concede por hechos famosos. Veinticuatro horas después aún obtuvo una tercera cruz: una cruz de madera que se yergue sobre un montículo, en medio del campo inmenso arado por los proyectiles, agujereado por las explosiones, minado por el brazo humano…”,  relato citado por Vicente Blasco Ibañez en su libro “Crónica de la Guerra Europea de 1914”…