Seguidores

lunes, 29 de septiembre de 2014

Rodolfo Nureyev


El 17 de marzo de 1938, en un tren que se dirigía a Siberia, nace el bailarín ruso Rodolfo Nureyev. Su madre se dirigía junto con Rosa, Leilia y Rezida, hermanas del bailarín, a encontrarse con su marido Jamet que servía en el Ejército Rojo. Allí, vivieron en una zona rural de los Urales en un cuartucho de 16m2 que compartían con otras familias. Pese a su situación tan precaria, el 31 de diciembre de 1944 su madre pudo llevar a sus hijos al Teatro de Furá a ver la actuación del ballet que allí actuaba. Desde ese momento Nureyev se propuso ser bailarín pese a la negativa de su padre, que a golpes intentaba quitarle esa idea. La única opción que tenia en ese momento era ingresar en un grupo de danzas regionales; para cuando tenía 15 años recibió sus primeras clases de ballet clásico de Ana Udaltsova, que le instó a irse a Leningrado  (hoy San Petersburgo) para buscar una mejor escuela, cosa imposible por el momento dada la situación de su familia. Sin embargo, dos años después un grupo de danzas bashkirias viajo por la ciudad, yendo con ella  el director del ballet Kirov, Konstantin Sergeyev, que se fijó en él y de inmediato le ofreció una beca. Allí aprendió de Alexander Pushkin, acogiéndolo éste en su casa. La esposa de Pushkin, Xenia, se obsesionó con Nureyev y lo hizo su amante.

 Tiempo después Nureyev aceptó su homosexualidad, pero eso no lo detuvo a  tener amantes femeninas, pero sí le generó que la KGB le tuviera en la mira, aunque eso no impidió que viajara a París en la primera gira del Kirov a Occidente. París se rindió al genio ruso. Durante su estancia en la ciudad luz se enamoró de un bailarín occidental e intimó con Clara Saint, nuera del escritor André Malraux, a la sazón ministro de Cultura francés. Fue la misma Saint la que ayudó a evadir a la KGB en el aeropuerto de Le Bourget y así poder ir a una estación de policía a pedir asilo político.  Fue condenado en ausencia a siete años de prisión por alta traición. En París fue contratado por el marqués de Cuevas como bailarín principal del Royal Ballet, conociendo meses después a la que sería su pareja de baile por quince años: Margot Fonteyn. Durante ese tiempo sostuvo un romance accidentado con el bailarín danés Eric Bruhn.

Conocido por su exigencia consigo y con los demás, también lo era por sus potentes saltos, sensibilidad e imaginación en las coreografías, llegando a protagonizar varias películas.  Nureyev fue nombrado en 1983 director del Ballet e la Ópera de París, cargo que dejó de forma abrupta por su negativa a dejar los Estados Unidos  por estar representando el musical El rey y Yo. En 1987, durante la era Gorbachov, se le permitió visitar a su madre enferma y que moriría al año siguiente. En 1992 recibió la distinción de Caballero de la Orden de las artes y Letras en el Palacio Garnier de París, siendo ésta su ultima aparición pública, y donde se le vio sumamente demacrado y necesitando ayuda para poder caminar.


Muere en 1993 según su médico a consecuencia de una complicación cardiaca, debido a una penosa enfermedad; esa enfermedad fue el sida; tenía 54 cuando. Nunca olvidó a Rusia, siendo rehabilitado en aquel país de forma póstuma en 1998.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Borges y Shakespeare


Cuando Jorge Luis Borges daba cátedra de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires, una alumna le confesó que William Shakespeare le aburría. Todo se hubiera limitado a gustos personales si no hubiera agregado que “al menos lo que ha escrito hasta ahora”. Borges contestó sin alterarse: “Tal vez Shakespeare todavía no escribió para vos. A lo mejor dentro de cinco años lo hace”.

El cañón de París


El cañón de París sembró terror en la capital francesa entre marzo y agosto de 1918, meses previos al término de la Primera Guerra Mundial. Confundido erróneamente con el “Gran Berta”, el “Cañón de París” tenía un alcance máximo de 130 km de distancia (el Gran Berta solo llegaba a los 12.5 km) lo cual hacía imposible que la gente pudiera refugiarse de él y provocando verdadero terror en los parisinos que, a falta de estruendo previo ó sonido de avión, pensaron que un zepellin de gran altura los bombardeaba. Su nombre oficial era “Arma del Emperador Guillermo de Prusia”, medía 28 metros de largo que podían llegar a 36.2 por una extensión. Su peso era de 720 toneladas, el proyectil medía 2.1 metros y pesaba entre 104 y 106 Kg, tantos que tenía que ser transportado en una vagoneta y alzado con una grúa hasta la altura del tubo. Sin embargo pese a su peso solo contenía 15kg de carga explosiva, es decir, el 15% del peso del proyectil. Se necesitaban 60 personas para ensamblarlo y maniobrarlo. También fue el primer proyectil en llegar a la estratosfera (aproximadamente 40 km de altura) donde podía mantener su velocidad (1600m/s) para después descender a velocidades supersónicas. Se realizaron 400 disparos, 350 de los cuales dieron en París, descargando en ella 35000 kg proyectiles, causando la muerte de 250 personas e hiriendo a 625.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Cristina de Pizán


Cristina de Pizán fue la primera mujer a quién podríamos considerar que vivió de la escritura. Nacida en Venecia en 1363, pasó la mayor parte de su vida en París, donde su padre, que era médico y astrologo,  los llevó a invitación de Carlos V. Su curiosidad y afán de conocimientos hizo que su padre le diera una educación que rompía con las formas normales de enseñanza para las mujeres de aquel tiempo, pese a la negativa de su madre quién quería instruirla en las disciplinas propias de la mujer de su época. A los 15 años se casó con el notario y secretario real  Étienne du Castel en una boda arreglada, viviendo diez felices años y teniendo 3 hijos con él. 
La muerte de su padre y después de su esposo (de quién nunca adoptó su apellido) la dejaron con dolor y desesperanza. Con 25 años y tres hijos, tenía que buscar el sustento de su familia; lo primero que hizo fue interponer varios juicios donde reclamaba una deuda pendiente de la Corte, teniendo que vender todo objeto de valor que poseía para sostenerse. Para ese tiempo comienza a componer baladas, rondós y de poemas donde habla de la esperanza, el amor y la ausencia. Pero no solo eso escribió, ya que se le encargaban tratados de política, derecho, estrategia y hasta biografías, siendo la más representativa la de Carlos V, rompiendo así la tradición de que los monjes de Saint-Denis la escribieran. Pero sin duda lo que más será recordado de ella fue su defensa por los derechos de la mujer.  El París que ella vivió estaba envuelto en la “Querella de la mujeres”,   debate filosófico sobre las diferencia entre los sexos, siendo la primera mujer que participo en éste,  criticando duramente un poema de Jean de Meung que denostaba a las mujeres. 
Para 1405 publicó “La ciudad de las Damas”, obra que desafiaba las ideas misóginas de su tiempo, recibiendo la condena de las clases conservadoras pero alcanzando la fama con las mujeres cultas, entre ellas la reina Isabel de Baviera quien le dio todo el apoyo posible. Retirándose al monasterio de Poissy debido a la guerra civil y la invasión inglesa, es allí donde escribe su última obra, “Dechado sobre Juana de Arco”, en donde celebraba las cualidades de la heroína francesa. Al morir, sus escritos fueron relegados al olvido, recuperados hasta el siglo XX por feministas que la consideraron precursora de su movimiento.


Subastas de personajes históricos


Todos hemos escuchado de subastas de artículos personales de personajes históricos, pero poco sobre partes de sus cuerpos que han adquirido coleccionistas. Veamos algunas de ellas:

-El miembro viril de Napoleón fue comprado en 1977 por un urólogo de la Universidad de Columbia quien pagó 3000 dólares por el; su familia no lo ha vendido pese a recibir ofertas de hasta 100 mil dólares. Todo parece indicar que uno de los médicos que ayudó en la autopsia fue quién lo cortó.

-Cuando el Che Guevara fue muerto en Bolivia en 1967, un agente de la CIA le cortó un mechón. En el 2007 ese mechó, junto con un juego de huellas digitales y fotos del famoso guerrillero fueron vendidas a un coleccionista de Texas por 119,500 dólares.

-El oculista personal de Albert Einstein, Henry Abrams, se quedó con los ojos del físico. Hace 20 años los puso en subasta por 5 millones de dólares pero finalmente se echó para atrás.

-En 1863, pasados cuarenta años de la muerte de Beethoven, su cadáver fue exhumado y también saqueado, terminando varias de sus partes en distintos lugares: los huesos de su oído permanecen con paradero desconocido; pedazos de su cráneo los compró un medico vienés, cuyas partes fueron donadas posteriormente por los descendientes del galeno a la Universidad de San José, California, donde se estudia la causa de su muerte.


-El cuello ensangrentado de la camisa que portaba Abraham Lincoln el día de su muerte fue vendido en 2008 por 65,725 dólares.