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viernes, 22 de agosto de 2014

El colchón


Una de las necesidades básicas del humano es el dormir bien. Por eso, desde la antigüedad siempre se ha buscado cómo poder descansar mejor. Los faraones dormían en cómodas camas de madera cubiertas de paños mullidos, mientras el pueblo dormía en hojas de palmera apiladas al suelo.  Los griegos usaban piezas rígidas de madera, piedra o mármol  como cama, y telas gruesas como colchón. Los romanos usaban el colchón como muestra de estatus social, ya que los acaudalados allí recibían a las visitas y hasta celebraban banquetes reclinados en él; la plancha era de metal, los colchones de lana y paños de lino. Las clases bajas se dormían en esteras de fibras vegetales.

Al caer el Imperio Romano el uso del colchón cayó en desuso. Durante la Edad Media se usaba un acolchonado a base de paja, virutas o serrín, que lo fabricaba a diario quien iba a dormir; de allí vienen expresión “hacer la cama”, que no era otra cosa que buscar un lugar fijo donde dormir y hacer literalmente su colchón. Durante el Renacimiento los colchones estaban hechos de materiales orgánicos que se pudrían y eran nido de insectos y ratas, de allí que se comenzaran a usar sacos cosidos de forma burda a los que se les agregaron botones para periódicamente renovar el interior; pero de todas formas el mal olor y la humedad seguían.

 El tapicero Guillaume Dujardin inventó el primer colchón de aire, pero no fue sino hasta el siglo XVII que aparecerían los primero colchones de muelles, que son,  con sus respectivas mejoras, los que usamos hasta nuestros días.

jueves, 21 de agosto de 2014

Federico El Grande


Federico el Grande de Prusia fue un brillante general; aunque en ocasiones sus campañas no fueron del todo exitosas. En 1757, durante la toma de Praga por tropas prusianas contra austriacas, ordenó asaltar la ciudad vez tras vez, pero siempre era rechazado. Sus oficiales, viendo que era imposible tomarla y que no había hombres en la retaguardia, le dijeron al monarca: “¿Su majestad tiene intención de asaltar las baterías enemigas en solitario?”.

Castratis



Durante los siglos XVII y XVII, en Italia, unos 4000 muchachos eran castrados cada año esperando que triunfaran como cantantes, pero solo entre un 10% y un 15% llegaban a vivir de eso, y solo el 1% eran famosos. Las familias pobres eran caldo de cultivo para surtir a aquellos que, decían, cantaban cómo ángeles. En el reino de Nápoles se permitía que los campesinos de más de cuatro hijos varones castraran a uno para ponerlo al servicio de la iglesia. La castración con fines musicales se concentró en Italia, donde la iglesia mantuvo una postura ambigua al respecto: por un lado la condenaba, pero a su vez acogía a los mejores castrati para sus coros. La demanda solo alimentó un negocio que se convirtió clandestino de cirujanos y barberos que se dedicaban a castrar niños. 

La ópera acaparó a los que fueron denominados como “el tercer sexo”, aquellos con voces privilegiadas que eran consideradas un don divino. Los castrati eran considerados divos en su tiempo (hoy podríamos llamarlos rockstars). Eran sumamente caprichosos, excéntricos y cobraban sumas exorbitantes por sus presentaciones. Caso conocido el de Siface, quién rechazó una invitación a la corte más prestigiada, glamurosa y lujosa de su tiempo: la de Luis XIV, el famoso “rey sol”. El castrato más famoso es, sin duda, Carlos Brosch, más conocido como Farinelli, de quién se decía podía reproducir 250 notas sin tomar aire. El ocaso de éstos cantantes se inició en el siglo XVIII, y se debió a varias razones. Primero las mujeres fueron tomando los papeles que antes ellos tenían, y segundo, el gobierno italiano prohibió la castración y Roma vetó los coros. 

Alejandro Moreschi fue uno de los últimos castrati que se sabe, pero la singularidad de éste personaje radica en es la única grabación de un castrati, de los que se tiene registro. Tenía 44 años al momento de la grabación, en 1902, y falleció olvidado en 1922.


viernes, 15 de agosto de 2014

Ana Karenina


La esposa de León Tolstoi, Sofía Bers, dirigía la economía de la familia; pero no solo eso, en cierta ocasión el escritor ruso le dijo: “Escríbeme, si lo recuerdas, cómo te propuse que te casaras conmigo”. Lo hizo, y aquella declaración quedó inmortalizada en la que Vronsky le declaró su amor a Ana Karenina en la novela homónima. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Sócrates


La esposa del filósofo Sócrates, llamada Jantipa, era extremadamente irritable y frecuentemente humillaba a su marido. Pese a que muchos instaban a Sócrates a repudiarla, nunca lo hizo. En cierta ocasión Jantipa le lanzó un cubo de agua mientras lo insultaba. Sócrates, sin inmutarse le dijo: “¿Además de lanzar rayos y truenos, también llueves?”. 

viernes, 8 de agosto de 2014

El árbol de castaño


Según Homero, el  árbol del  castaño proviene de Asia  Menor, donde los griegos lo llevaron a Europa para el siglo V a. EC, llegando muchos siglos después a América de donde se derivó una especie autóctona: el castaño de Indias. Los romanos lo llevaron a los territorios conquistados y lo usaban en el bullote, una trota elaborada con harina que era uno de los alimentos principales de las legiones. Durante la Edad Media fue alimento común y básico en los habitantes de las regiones montañosas, ya que con él se hacían gachas (comida elaborada con avena, cereales o legumbres, revuelta con agua o leche), pan y pasteles, siendo el único alimento que consumían en épocas de carestía de cereales.  El crecimiento de la población significó la redistribución de los arboles de castaño durante los siglos XI al XIII a zonas donde no se podía cultivar otra cosa, permitiendo que a falta de pan éste hiciera su función. Lo curioso es que solo en el campo era alimento básico, en las ciudades era alimento de temporada, de allí  que se denominara “el pan de los pobres”. La llegada de papa y el maíz a Europa disminuyó su importancia en la dieta regular, transformándose en un postre que llegó a ser servido en el glamuroso gobierno de Luis XIV, el famoso “rey sol”.

jueves, 7 de agosto de 2014

Caso Mayerling


La muerte del heredero al trono del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Rodolfo, sigue suscitando cientos de conjeturas a más de cien años de haber fallecido. Hijo del Emperador Francisco José y la muy famosa Emperatriz Sissi, Rodolfo falleció junto su con amante,  la baronesa María Vetsera, el 29 de enero de 1889 en el pabellón de caza de Mayerling, cerca de Viena. La muerte del archiduque tomó por sorpresa a todos, ya que pese a su reputación de enfermo, depresivo e inconformista, Rodolfo había citado a varios amigos en el pabellón para el día 30 a ir de caza; de hecho según algunas fuentes días antes el archiduque había estado feliz y ocupado. Los cadáveres del archiduque y la baronesa fueron hallados por los mismos amigos que Rodolfo había citado un día antes. Todo parecía indicar que Rodolfo había disparado contra la baronesa para luego cubrirla con una sábana y unas flores, para después dispararse en tiro en la sien.

Enterado el Emperador de lo sucedido, actuó más como político que como padre, ya que lo primero que hizo fue reunir a los testigos y les hizo jurar que nunca dirían lo que habían visto. La versión oficial fue que el archiduque había muerto de un ataque de apoplejía. Después ordenó la sepultura en la clandestinidad de Maria Vetsera, cosa que se hizo sin siquiera dejar una inscripción o cruz.
Sin embargo, los rumores y la investigación policiaca fueron enturbiando las cosas: al final, el informe oficial fue cambiado por un ataque de enajenación mental. La iglesia católica también complicó más las cosas ya que se negaba a dar cristiana sepultura a Rodolfo por haber sido suicidio y asesinato, pero una documentación que envió Francisco José al nuncio vaticano hizo que la jerarquía doblara las manos y Rodolfo fuera enterrado conforme al culto católico. Desde allí comenzaron todo tipo de especulaciones de lo que realmente había sucedido.

Primero se dijo que el día 28 de enero el archiduque y el Emperador habían discutido fuertemente, ordenándole el monarca que no volviera a ver a la baronesa. Después trascendió que el embajador alemán había enviado al Káiser un informe donde transmitía la posibilidad de que el heredero al trono hubiese sido asesinado; los servicios secretos británicos también pensaban lo mismo y hasta le habían hecho llegar un informe a la reina Victoria. Las razones para creerlo estaban basadas en varios hechos: el cuerpo de Rodolfo mostraba signos de lucha,  diversos cortes en las muñecas,  golpes en varias partes del cuerpo, un hundimiento en el cráneo, el lugar donde ocurrió el asesinato estaba en total desorden, la ventana había sido abierta desde el exterior y cosas que con el paso de los años se le fueron añadiendo: como una bala disparada por detrás, aunado al hecho de que la autopsia fue apartada de los archivos oficiales, generaba mucha suspicacia. La familia de la baronesa pidió en 1959 exhumar el cadáver y encontraron que tenía golpes en la cabeza que eran imposibles que hubieran sido hechos con una bala.


En 1983, Zita de Borbón-Parma, viuda de Carlos I de Habsburgo (sobrino del monarca Francisco José y último Emperador de la monarquía dual) quiso cumplir la promesa que le hizo a su esposo antes de morir: relatar lo sucedido. Según esta versión, Rodolfo fue asesinado por negarse a participar en un complot para derrocar a su padre. La idea era hacer de Austria-Hungría una gran federación en la que el archiduque fuera coronado como rey de Hungría, y apoyándose en la cercanía con Francia, Rodolfo lideraría una federación pangermánica que tendría como eje a Austria, en claro detrimento de Alemania, que buscaba ser hegemónica en Europa.  Pese a la escasa repercusión en los medios, hasta la fecha la hipótesis no ha sido desmentida por ningún historiador.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Theodore Kaczynski


Theodore Kaczynski fue doctor en Matemáticas por la universidad de Michigan y profesor por la universidad de California, cuando en 1969 dejó todo y se retiró a Montana para vivir como ermitaño. A finales de los setenta empezó a enviar cartas-bomba a varias personalidades de universidades y empresas privadas, recibiendo el apodo de Unabomber por parte de los medios y el FBI. Envió cartas por 20 años matando a 3 personas e hiriendo a 23,  y siendo uno de las personas más buscadas por el FBI. En 1996, un año antes de ser detenido, logró que los periódicos Washington Post y New York Times publicaran un manifiesto donde describía sus estrategias  para evitar que un mundo cada vez más controlado por la ciencia y la tecnología terminara por cortar la libertad del ser humano. Su idea era terminar con las bases ideológicas y físicas de una sociedad cada vez más tecnológica e industrial. 

Su arresto no fue por la investigación del FBI si no porque su hermano David lo delató. David en un inicio apoyaba la idea de Theodore pero con el paso de los años dejó la vida asceta que llevaba y regresó a su vida normal. El millón de dólares que  cobró lo usó para darles la mitad a los familiares de las víctimas. Hoy Theodore cumple cadena perpetua en los Estados Unidos

Telescopio


Durante muchos años se ha creído que el inventor del telescopio fue el holandés Hans Lipperhey, un fabricante de lentes que registró la patente antes que dos inventores más. Sin embargo, para algunos historiadores la premura de que tres personas en 15 días patentaran su invento fue porque alguien más ya lo había fabricado y no se había dado cuenta de lo lucrativo que sería. Por eso algunos consideran que el verdadero inventor del telescopio fue un fabricante de lentes llamado Girona Juan Rogert. Ignorado por los historiadores, Rogert subastó su lente en Barcelona en 1608, éste llegó a la feria de Frankfurt, la más importante de la época, ese mismo año y para octubre de 1609 lo patentó Lipperhey. Así pues, todo parece que fue un catalán el verdadero inventor del telescopio.