Mario Puzo
publicó El Padrino en 1969. Fue tal el éxito que permaneció 67 semanas entre
los libros más vendidos ese año. Empero, tanto
la publicación del libro como de la película no dejan de ser por demás
interesantes. Puzo era un escritor de poco éxito y de muchas deudas que, sin
embargo, llegó a un acuerdo con la productora Paramount para que por 12, 000
dólares escribiera un guión sobre la mafia, que se elevaría a 75, 000 si antes
lo publicaba como libro; Puzo aceptó lo segundo. El escritor reconoció alguna
vez que nunca había conocido “a un gánster hecho y derecho”, y que su libro lo
escribió yendo a los casinos de Las Vegas donde observaba y dejaba caer alguna
pregunta.
Cuando se inició la adaptación para cine, Joseph Colombo SR, capo de
las Cinco Familia de Nueva York, intentó detenerla, y por medio del sindicato
Teamsters, que él controlaba, amenazó el rodaje. Después de dos amenazas de
bomba y una explosión de un auto sin ocupante, un productor se reunió con
Colombo y le aseguró que la película no identificaba al crimen con la abundante
comunidad italiana. Dicho eso, el capo aceptó con la condición de que no
apareciera la palabra “mafia” en la película. Pero curiosamente, pese a que
fueron excluidos de la premier (y tuvieron su propia exhibición privada),
fueron habituales en el rodaje y quedaron encantados con el filme, llegando a utilizar el vocablo “padrino” y la
música del filme en sus bodas y bautizos.
El único que reclamó Frank Sinatra,
quien se veía reflejado en el personaje de Johnny Fontane, un cantante
convertido a actor que se relacionaba con la mafia, y que en cierta ocasión se
encontró a Puzo en un restaurante y le dijo: “Debería de romperte las piernas.
¿Te ayudó el FBI a escribir el libro?”.
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